Murió Miguel Etchecolatz, uno de los más miserables símbolos de la dictadura genocida.
Nunca supo que es el remordimiento, así como nunca supo que es la piedad, la justicia, la humanidad…
Siguió hasta el final de su vida disfrutando del dolor que había causado a sus víctimas, sus familiares y a los millones de argentinos…