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El ejecutivo de Larreta envió a la “escribanía” legislativa el proyecto de ley para destrabar la obra del parque lineal en Caballito, pese a la protesta de los vecinos.

por CARLOS CRUZ

A menos de un día de la audiencia pública realizada por la cuestionada obra del “parque lineal” sobre la calle Honorio Pueyrredón, en Caballito, y a pesar del notorio desacuerdo expresado por los vecinos del barrio con el proyecto del gobierno porteño, Larreta hace oídos sordos a los reclamos y envío el proyecto a la Legislatura a sabiendas que desde allí avalan cualquier cosa que envíe por más resistencia que pueda tener. Mientras tanto, los vecinos (muchos de ellos votantes de Cambiemos) están indignados al darse cuenta que su opinión no merece ninguna consideración para Larreta, más aún cuando se trata de obra pública. Quizás estas acciones sirvan para pensar en que es un error dar poder absoluto a una sola fuerza política, más cuando ha dado sobradas muestras de hacer lo que le venga en gana a pesar de la opinión de los que habitamos la ciudad.

Cuando aún no había pasado siquiera un día la audiencia pública en la que se trató el proyecto del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que busca la creación del llamado “Parque Lineal Honorio Pueyrredón”, en la que quedó de forma explicita la disconformidad de los vecinos de Caballito con la controvertida obra, el ejecutivo a cargo de Horacio Rodríguez Larreta hizo oídos sordos a los reclamos y sin mayores explicaciones, envió a la Legislatura (que domina a voluntad) la iniciativa que busca destrabar este mamarracho que quieren hacer pasar por “espacio verde” y que, por el momento, permanece frenado por el Poder Judicial de la ciudad.
Los vecinos que habían rechazado de cuajo el proyecto a lo largo de los tres días que duró la audiencia, mostraron su desagrado por la medida unilateral de Larreta: “Mientras nosotros rechazábamos el proyecto, algunos todo y otros algunas partes (que tratamos infructuosamente consensuar), los tipos ya habían redactado el proyecto que enviaron hoy”, dijo un vecino que se presentó como un comerciante de la calle Honorio Pueyrredón. Otra vecina que dijo vivir sobre la calle Rojas, decía que “todo esto fue un circo, hacen la audiencia para cumplir con la ley, pero jamás escuchan a los vecinos… les importamos un pito”, concluyó. Otro vecino, Daniel Lanski, afirmó que “la participación popular (vecinal) en la toma de decisiones es imprescindible para cualquier proyecto en cualquier ciudad del mundo. No puede ser que una obra sea un capricho del jefe de Gobierno, los dueños de la ciudad somos los vecinos”, afirmó, arrancando aplausos de los vecinos que lo rodeaban.
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El único artículo del proyecto de ley que Larreta (quien lo firma junto a su Jefe de Gabinete, Felipe Miguel) envió a la Legislatura dice textualmente: “Dispónese el carácter de Calle de Convivencia a la Avenida Doctor Honorio Pueyrredón mano par entre Avenida Gaona y Calle Neuquén de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Con esas pocas palabras, el oficialismo porteño se propone destrabar el proyecto de construcción del denominado “parque lineal”, cuyo objetivo es construir en ocho cuadras de la Avenida Honorio Pueyrredón un supuesto espacio que, aparentemente no tiene nada de verde, tan solo servir para hacer números ficticios con los que Larreta “tapa” la destrucción de los verdaderos (y escasos) lugares “verdes” para dar rienda suelta a la voluntad de los desarrolladores inmobiliarios, siempre dejando de lado (como aquí) el verdadero interés de los ciudadanos a los que dice representar. Por ello, para Larreta y su equipo, las macetas son espacios verdes, al igual que los bulevares, plazas en las que predomina el cemento… y hasta los cementerios terminan siendo parte de la contabilidad inteligente que utilizan para justificar la falta de verdaderos espacios donde predomine el verde natural. Así como pintó piletas de natación en el cemento, no dudan en “dibujar” espacios para ocultar su verdadero rosto: ser los garantes de la especulación en la Ciudad de Buenos Aires.

En este caso específico, eliminan una mano de la avenida, complican el tránsito, perjudican comercios, y realizan un gasto sin sentido en una avenida mantenida en perfectas condiciones. Y lo peor del caso es que los vecinos reclaman desde hace más de diez años, que la ciudad haga un parque en los terrenos pertenecientes al ferrocarril, cuyo espacio desde entonces se encuentra abandonado. Pero la ciudad (lo cual confirma las sospechas de las vecinas y los vecinos), elige destruir una calle en la dice que va a hacer un espacio que se supone verde (que según el proyecto no sera tal, pues los “espacios de recreación” de Larreta nunca son “verdes”) que tiene una superficie de 9.556 metros cuadrados (0.95 hectáreas), en vez de la solicitud de los vecinos (respaldados por asociaciones profesionales y agrupaciones barriales) de generar un parque público en las 15 hectáreas del playón ferroviario ubicado junto al Club Ferrocarril Oeste, algo que, según Laura Llobera (vecina de Caballito) “… hace 20 años que lo estamos pidiendo (…) Es un lugar que ya existe, prácticamente abandonado y que modificaría de verdad lo que no va a modificar cancelar la avenida”, explicó. Por su parte, Ricardo Lasca, del Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos, pregunto: La avenida está en excelente estado, con plantas, con veredas amplias, ¿qué necesidad hay de gastar dinero en esta obra inoportuna?”, dejando flotar la pregunta que el ejecutivo se niega a responder a sabiendas que no existe respuesta lógica y solo serviría para desnudar sus verdaderos intereses.

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En verdad es una realidad innegable que mientras se brindaba la audiencia, los Larreta´s Boys presentaban el proyecto en la Legislatura. Según dijeron a Urbanave en la legislatura, el proyecto ingresó de manera oficial apenas pasadas las 11 de la mañana, a menos de 24 horas del fin de la audiencia. Es más… los papeles están fechados al… ¡lunes 4 de julio! O sea, mientras se llevaba a cabo la audiencia. Esa es la importancia que el gobierno de Larreta le da a las audiencias, que no son otra cosa que la discusión popular acerca de los intereses de los vecinos y profesionales expertos en las cuestiones que se tratan, en este caso, la creación de un parque derrumbando ocho cuadras de callle contrariando el gusto de los que la habitan. Solo es un “requisito” molesto que cumplir… ¿la discusión democrática? ¿La supuesta moral republicana? Bien, gracias… las dejé en casa. Cualquier cosa otro día…  

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Gustavo Torchinsky, integrante de S.O.S Caballito, uno de los denunciantes que elevo el recurso de amparo aceptado en primera instancia en febrero de 2022 por el Juez Víctor Trionfetti, titular del juzgado porteño en lo Contencioso, Administrativo y Tributario, quien tomó la medida de suspender las obras por motivos ambientales que pueden afectar a los vecinos, luego que en enero de este año comenzaran las obras.   

Luego de la apelación del ejecutivo porteño, la jueza Gabriela Seijas, junto a los jueces Horacio Corti y Hugo Zuleta, responsables de la Sala Nª III de la Cámara en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad; ratificó la suspensión a fines de mayo al considerar que era la Legislatura y no el Poder Ejecutivo quien debe aprobar proyectos de este tipo, conformados por lo que el Código de Tránsito y Transporte califica como “calles de convivencia”, en tanto calles destinadas “preferentemente a la circulación peatonal, donde se admite la circulación restringida de vehículos”. “El texto del Artículo 6.9.6 no admite alternativas: el carácter de calle de convivencia de una arteria o tramo debe disponerse por ley”, escribieron en la resolución. 

         

Pero en esa escribanía que llamamos Legislatura, algo que no es culpa de Larreta sino de nosotros, los ciudadanos de Buenos Aires, por otorgarle al gobierno (sea de la línea que sea) la suma absoluta del poder político (quién puede negar que la Legislatura es parte de él), todos sabían que tras el fallo, Larreta buscaría destrabar el asunto con un proyecto de Ley, aunque pocos creían que lo iba a hacer con semejante celeridad, más aún después de la catarata de quejas que recibieron en la audiencia.

Por todo esto, las agrupaciones barriales ya han formalizado la convocatoria a una asamblea este mismo jueves, a las 18.30 horas, con corte de calle incluido en el monumento al Cid Campeador, con la finalidad de -más allá de la protesta- definir democráticamente las medidas a tomar ante lo que consideran “un destrato y una tomadura de pelo”, y para ver que hacer también durante el tratamiento en comisiones del proyecto. 

En el comunicado que hace la convocatoria, los vecinos manifestaron que “La presentación de este proyecto es la clara señal de que realmente han perdido este conflicto y no les queda otra que limitar cada vez más la discusión y llevarla a la ‘escribanía’ para que nuestra calidad de vida se convierta en otra moneda de cambio con las que negocian puertas adentro el PRO y sus aliados”.

Así, otra vez Larreta ningunea a la gente para imponer su principal mandamiento: “No desairarás jamás a un desarrollador urbano ni a un especulador inmobiliario”. Y vaya si lo cumple…

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