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La AFIP acusa a Mercado Libre por evasión en importaciones que realizó entre 2019 y 2021.

por CARLOS CRUZ

La firma del empresario Marcos Galperín, quien justamente vive en Uruguay para no pagar impuestos en Argentina, junto a la francesa Ingenico, declararon en aduana la compra de terminales de pago que no tributan, pero en realidad trajeron otras que sí debían hacerlo.

Mercado Libre e Ingenico, en ambos casos firmas dedicadas al e-commerce, han sido denunciadas por el delito de evasión fiscal.

La denuncia se realizó porque declararon estar importando un modelo de terminales de pago (los equipos utilizados por cualquier comercio para realizar sus operaciones de compra-venta) que no tenían que pagar derechos de importación, mientras que en realidad las terminales ingresadas eran de otro modelo diferente, que en este caso sí estaba gravado, evadiendo de esta forma unos 7,5 millones de dólares de impuestos que debía abonar al fisco. Si a ello le sumamos los intereses desde el momento de la maniobra, las empresas deberán pagar unos 15 millones de dólares.

Fue la Dirección General de Aduanas (DGA) la que luego de una intensa investigación realizó la denuncia, luego de detectar las irregularidades descriptas por la importación de 400.000 terminales de pago a lo largo de los años 2019, 2020 y 2021. Mientras que la declaración de las firmas decía que importaban un viejo modelo de terminal, que no reconocían el código QR ni contaban con conexión por WiFi, y por ello están exentos de derechos de importación, la realidad era que los equipos que efectivamente ingresaban al país sí contaban con estas tecnologías, y estaban alcanzadas por una alícuota del 16 por ciento.

En el informe realizado por la DGA sobre el tema se lee que “… el análisis de la operatoria permitió determinar que no se trató de un error involuntario”. Además de estas dos firmas, hay otras también del mismo sector que están siendo investigadas por sospechas de haber realizado la misma maniobra de evasión.

En el caso que informamos en este artículo, las firmas Mercado Libre (la empresa de Marcos Galperín, quien es su CEO y fundador) e Ingenico (empresa que opera en el país pero tiene sede en Francia, especializada en terminales de pago y servicios financieros digitales, proveedora tanto de grandes empresas y bancos, como a pequeños comercios y, como en este caso, firmas de e-commerce).

El pedido de la DGA por la maniobra de evasión se basa en la tasa de derechos de aduana, que es del 16 por ciento, por lo que lo evadido trepa a los 7,5 millones de dólares de los que hablamos. Y a la cuenta se deben agregar las multas y actualizaciones que determina el Código Aduanero, lo que nos da ese total de 15 millones de dólares. De ellos, 6,8 millones corresponden a Mercado Libre y 8,2 son de Ingenico.

Ambas firmas han sido notificadas y (en ambos casos) firmaron en disconformidad, por lo que ahora AFIP elabora un sumario que sería presentado en breve a la justicia, quien si determina que existió la evasión podrá sentenciar multas de hasta cinco veces el perjuicio fiscal, pudiendo entonces llegar a obligar a pagar a ambas firmas hasta 37,5 millones de dólares. Paradójicamente, a pesar de la firma en disconformidad, las empresas comenzaron a importar con la posición arancelaria correspondiente una vez notificada la infracción.

La maniobra

Entre 2019 y 2021, Mercado Libre e Ingenico importaron unas 400.000 terminales de pago para luego comercializarlas localmente (o dárselas en algunos casos en comodato a sus clientes).

Los equipos declarados eran de cinco modelos distintos: PAX A910, Move 2500, LANE 3000, APOS y AXD7, todos para registrar pagos mediante tarjetas con tira magnética o chip y sin posibilidad de leer QR con internet, dos elementos básicos para operar hoy en día.

Pero cuando debían presentar la documentación necesaria y las declaraciones juradas, las dos firmas declararon una posición arancelaria -el número con el cual se identifican las mercaderías que se comercializan dentro del Mercosur- que era la de un tipo de terminales de pago distinto al importado, correspondiendo a terminales de pago de última generación que cuentan, desde 2017, con una alícuota del 16 por ciento.

Mercado Libre trató de evadir la denuncia (como hizo supuestamente con los impuestos que debía abonar) a través de tecnicismos y mostrándose como víctimas de la mala praxis estatal al decir que “… comercializa las terminales de cobro inteligentes desde enero de 2020 y a fines de 2021 un verificador de Aduana les informó que tenían que realizar las importaciones de Smart POS por una posición arancelaria distinta a la que venían utilizando hasta ese momento”. Y agrega que “este cambio fue el resultado de un nuevo criterio de interpretación por parte del verificador respecto a las tecnologías de cobro. Sin recibir una notificación formal, Mercado Libre procedió al cambio de nomenclatura. La descripción de la posición arancelaria no se encuentra alineada con exactitud a las nuevas tecnologías de Smart POS que Mercado Libre y empresas competidoras están importando”, afirmaron buscando deslindar responsabilidades por la maniobra de evasión que a esta altura es una realidad irrefutable.

“Luego de que fuimos informados del cambio de criterio estamos importando con la interpretación del escenario más alto de tasas aduaneras”, dijeron. Si, luego de “ahorrar” millones de dólares y al verse desnudos ante la DGA (dónde no me cabe duda que cuentan con “informantes”), decidieron comenzar a pagar lo que corresponde.

El tema es sencillo: hay dos firmas que se ahorraron más de siete millones de dólares. Dos empresas con un ejército de despachantes, abogados y contadores. ¿Podemos creer que no sabían que declaraban una cosa y luego traían otra? ¿Tan ineficientes son sus empleados? Mmmm, la verdad no me lo creo.

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