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BYD D1: el auto eléctrico chino que podría llegar para renovar la flota de taxis porteños.

Por Julio Albornoz

Buscan un doble beneficio: una exención impositiva para las unidades destinadas a la actividad, de la mano de un vehículo que no genera emisiones contaminantes.

En una iniciativa arriesgada y sin precedentes, la Federación de Conductores de Taxis presentó su proyecto de importar de manera particular autos 100% eléctricos para renovar su parque automotor.

En la sede del gremio, ubicada en el barrio porteño de Caballito, el Secretario General de la Federación, José Ibarra, ofició de anfitrión y fue el encargado de mostrar el modelo elegido, el BYD D1.

Lo interesante es que la marca china -de la cual habla el mundo entero debido a su importante expansión en los últimos tiempos- aún no tiene representación local pero para el evento vino especialmente Stephen Deng, vicepresidente de BYD Auto Industry, quien en otras oportunidades visitó el país en busca de inversiones para la producción de Litio.

Stephen Deng, representante de BYD, y José Ibarra, secretario general de los taxistas.

Por esto, se busca armar un plan conjunto que permita financiar la compra de las unidades y encarar un plan consistente de renovación del parque de taxis e ir a un modelo de unidades eléctricas.

“Hace muchos años que venimos pidiendo y luchando por una verdadera exención impositiva para los vehículos que son destinados para taxis, y éste debe ser el ejemplo, atrás de esto tiene que venir ese tipo de incentivo para nosotros”, señaló Ibarra.

“Nosotros no tenemos porqué seguir pagando el impuesto al ‘bien de lujo’, para nosotros es una herramienta de trabajo y como tal tenemos que tener esa exención impositiva, por eso es importante lo de hoy que no sólo tiene que ver con la contaminación cero sino que de una buena vez debe venir de la mano de una exención impositiva a los 0 km”, añadió el gremialista ante el aplauso de sus compañeros presentes.

Características del BYD D1

Estos autos cuentan con un costo operativo muy bajo y su mantenimiento es sumamente sencillo.

Se trata de un monovolumen de 4.39 m de largo con una distancia entre ejes de 2.79 m y capacidad para cinco pasajeros, con la particularidad de que sus puertas traseras son corredizas, lo que permiten un fácil acceso y egreso.

Su motor es de 100 kW con una potencia estimada en 93 cv y cuenta con un torque de 180 Nm que le da una agilidad importante en el tránsito urbano. Con sus baterías completamente cargadas aseguran una autonomía de 418 km mientras que su velocidad máxima es de 130 km/h.

Su precio no fue informado; de momento se trató sólo de la presentación de una iniciativa que deberá avanzar y tener un sustento desde el Ejecutivo porteño para saber cuáles serán las condiciones y los planes que se ofrecerán a los taxistas de la Ciudad que quieran sumarse.

 

Antecedente uruguayo.

Lo hecho por la Federación no es novedosa sino que replica lo que hicieron sus colegas de de la Gremial Única del Taxi de Uruguay hace un año y medio atrás cuando presentaron el BYD D1 como nuevo modelo eléctrico para complementar un par que -por entonces- ya contaba con más de 100 unidades de ese tipo circulando por Montevideo.

En el país vecino el Ministerio de Industria, Energía y Minería aprobó en esa ocasión un incentivo de US$ 5.000 para cambiar sus taxis con motor a combustión (nafta o gasoil) por eléctricos además de exenciones tributarias y de patente.

 

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