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Dos ingleses pudieron contar el cuento luego de un viaje en automóvil en el que habían subido para trasladar un objeto, que resultó ser una bomba activa de la Primera Guerra Mundial.

por JULIO ALBORNOZ

Rachel Wills y Simon Briscombe fueron los dos británicos que pensaban que llevaban una lata de gas vieja, mientras recogían basura.

Fue en Yorkshire, al noreste de Inglaterra donde ambos recolectores de basura realizaron el viaje de vuelta a su hogar, trasladando el artefacto por caminos repletos de baches. En ese momento lo desconocían, pero la fortuna estuvo de su lado pues lo que llevaban era una bomba activa de la WW1.

Según informó la BBC, Rachel Wills y SimonBriscombe creían que habían levantado una lata de gas vieja al momento en que recogían basura en el río Nidd en Knaresborough, lata que llevaron a su automóvil para que luego fuese eliminada de una forma correcta de acuerdo a las normas. Lo que jamás pensaron, es que esa “eliminación” precisaría de los conocimientos y el trabajo del escuadrón antibombas, pues el artefacto explosivo centenario que habían recogido, aún se hallaba “activo”.

Luego de llevarlo en el asiento del pasajero, ambos terminaron descubriendo la verdadera dimensión de su carga cuando rasparon la suciedad que portaba el exterior del dispositivo explosivo. Con horror, llamaron de inmediato a la policía, la que derivó el problema al escuadrón antibombas.

Salidos del estupor de su descubrimiento, aún tuvieron el valor para ir a fotografiarlo y envolverlo luego en sacos de arena. Fue luego Wills el que le dijo a la BBC:

“Hemos encontrado algunas cosas realmente extrañas, incluida una máquina de coser de 1898, carritos, dinero, zapatos, todo tipo. Pero no puedo creer que hayamos encontrado lo que encontramos y que estuviera activa. La teníamos en nuestro automóvil, una bomba activa, y también estábamos conduciendo a topes de velocidad”.

Luego, ambos contaron a los medios que a su llegada -del escuadrón hablamos- los fueron evacuando junto con otras 30 familias cercanas mientras el equipo de eliminación de artefactos explosivos se deshacía de la bomba. Según Wills:

“Todavía estamos en estado de shock. Si Simon hubiera sabido qué era, no lo habría movido. La policía estaba horrorizada porque lo trajo a casa en el automóvil y hay muchos baches en Knaresbo-rough. Pero no sabíamos qué era”.

Por suerte para ambos y para la gente que estaba cerca, no paso de un susto… una historia que contar en una tarde de pub o a los nietos frente a la chimenea.

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