Massa fue el encargado de brindar todos los detalles del entendimiento. La medida da mayor previsibilidad a la economía a meses de las primarias. Para algunos economistas la medida es lógica. Desde la oposición la tildan de patear todo para adelante y dejar una bomba al próximo gobierno.
El responsable de la cartera de Economía, Sergio Massa, presentó el nuevo canje de deuda pública, cuyo fin es despejar dudas sobre la deuda en pesos que vence en el segundo trimestre. Lo que para el oficialismo es “dar previsibilidad”, para una oposición que juega con fuego buscando el desmadre económico -algo que ya mereció la crítica hasta de los propios banqueros- es “una movida arriesgada”.
La pregunta del ciudadano de a pie es entonces… ¿en qué lo beneficia o perjudica este canje?.
Comencemos diciendo que era preciso en un año electoral despejar dudas que pudiesen terminar en un desastre similar al sufrido por Raúl Alfonsín al no poder renegociar con el FMI a pedido de la oposición, que en ese entonces era Menem y el grupo de economistas que lo asesoraban. ¿Cómo terminó? El radicalismo no solo perdió, sino que debió irse antes del gobierno. ¿Y Menem? Al asumir heredó la inflación que él mismo había ayudado a causar, no solo con su negativa a dar una mano (“Apelé al corazón y me contestaron con el bolsillo”, había dicho Juan Carlos Pugliesse, Ministro de Economía cuando el gobierno de Alfonsín se derrumbaba), sino por fogonearla hasta en el FMI (que como suele hacer se negó a salvar al gobierno alfonsinista) a través de gente como el futuro Ministro de Economía de Menem -y luego de De la Rúa- y mimado de Washington: Domingo Cavallo.
Volviendo al canje, Massa afirmó que “tener un perfil de deuda ordenado y previsible es fundamental para el sistema financiero, para el Estado y para el ahorrista”, destacando que con esta medida se “rompe con la idea de que Argentina está todas las semanas a la puerta de un reperfilamiento de deuda, todos esos fantasmas se despejan. Desactivamos la idea de la bomba, de que cada dos o tres meses algo está a punto de explotar”.
La propuesta consiste en un canje voluntario de deuda para despejar la incertidumbre que generan los vencimientos a corto plazo en pesos que el Tesoro tiene que enfrentar en los próximos cuatro meses por un monto total estimado en 12,3 billones de la moneda argentina. Así -según el ministro-, otorgará al mercado de deuda en pesos “una curva de vencimiento a 2024, 2025, mucho más ordenada, asociada además al programa de orden fiscal”.
Todo esto sucedió luego de la reunión que mantuvo este mediodía Massa con una docena de representantes de bancos nacionales y de capitales internacionales ante quienes expuso su propuesta de “reordenamiento de la deuda pública”, que prevé la implementación de este nuevo canje para los vencimientos de bonos en pesos con vencimiento previstos para los próximos tres o cuatro meses.
Una fuente consultada de un banco público nacional nos dijo que “en medio de tanto ruido… si es bueno o malo, el tiempo lo dirá. Lo que si es seguro es que hoy, no había alternativa posible a esta”.