La iniciativa, que busca pagar la deuda de más de 44 mil millones de dólares con el FMI y que fue contraída por el gobierno del ex presidente Mauricio Macri en 2018, fue avalada por la Cámara alta por 37 votos positivos contra 31 negativos. Ahora pasó a la Cámara de Diputados, donde el trámite será más dificultoso.
El proyecto establece la creación de un Fondo con un aporte especial sobre los bienes sin declarar equivalente al 20 por ciento de lo fugado, que aumenta al 35 por ciento luego de seis meses de aprobada la ley. Se propone la figura del “colaborador”, personas físicas o entidades bancarias que faciliten el hallazgo de bienes no declarados y se promueve la reforma de la ley de Entidades Financieras en materia de secreto bancario, bursátil y fiscal. Los impulsores del proyecto estiman que se puede llegar a recaudar más de 20 mil millones de dólares, casi la mitad de la deuda contraída por Cambiemos.
Tras la media sanción en el Senado de la Nación, uno de los impulsores de la ley que crearía un fondo para pagarle al FMI con el dinero de los impuestos evadidos por los que se llevaron el dinero de Argentina, afirmó que pagar dicha deuda con dinero fugado es “un acto de estricta justicia distributiva”.
Además, el senador aseguró que los recursos que se precisan para hacer frente al escandaloso endeudamiento con el siempre cuestionado organismo internacional deben ponerlos “quienes pudieron llevarse al exterior dólares baratos sin pagar impuestos”, y aseguró que habrían fugado de forma ilícita unos u$s 86.000 millones.
Senador Oscar Parrilli (Frente de Todos).
Reforzando sus palabras con hechos, el senador del FdT explicitó que el Banco Central estableció que durante el macrismo “se fugaron al exterior aproximadamente 86.000 millones de dólares”, además de los datos de muchos organismos financieros internacionales que “hablan de que la Argentina tiene 350 y 400.000 dólares argentinos residentes en el exterior”.
“Gran parte del problema inflacionario que tenemos los argentinos es la escasez de dólares que necesitamos (…) y a partir de 2026 la deuda total que la Argentina va a tener que afrontar son 20.000 millones de dólares por año”, algo que según el propio Parrilli “es absolutamente impagable e imposible de soportar (…) y más allá que queremos ser coherentes con nuestros principios y como hizo (el expresidente) Néstor Kirchner, sacarnos al Fondo de encima pagándole, pero hoy no tenemos el dinero para hacerlo”.
El Senado aprobó y giró a la Cámara de Diputados este proyecto, que por motivos obvios no tuvo el respaldo de la oposición, ya que asumiría su complicidad con este saqueo, por lo que optó por la negativa con excusas ridículas como las del senador nacional de Juntos por el Cambio (JxC) Martín Lousteau (ya pasó por cuatro espacios distintos a pesar de su corta edad y carrera política), quien dijo que se opuso a la ley por considerarlo un “blanqueo encubierto”, algo que no solo no es real, sino que de serlo aún sería mucho más beneficioso para el Estado que el realizado por Macri en su mandato, algo que fue un “regalo” para evasores, amigos y parientes, estos últimos ingresados a dicha moratoria luego de modificar la ley para ello, algo que en cualquier sistema judicial sería motivo de delito.
Por ello, la contestación que recibió de Parrilli fue que “llama la atención que Lousteau esté preocupado por esto y no por la fuga de divisas que hicieron los funcionarios de su Gobierno y del cual él formo parte”, además de agregar que lamentaba “profundamente” que Lousteau tuviese “una visión tan corta y mezquina” sobre el tema pues “se supone debe conocerlo ya que es economista”.
Y siguió explicando que no se trata de un blanqueo porque no es voluntario sino que es coercitivo, además de que existían leyes anteriores similares a un blanqueo “y nadie dijo nada en su momento”.
“¿Por qué se rasgan tanto las vestiduras ahora? Es como que se está hundiendo el Titanic y alguien se esté preocupando porque el violinista de la orquesta desafina”, respondió a su propio interrogante.
En el cierre del debate, el presidente del bloque del Frente de Todos, José Mayans, aseguró: “El endeudamiento de casi el 90% del PBI no se arregla con discursos. Ningún país aguanta esa política de especulación y usura. Este proyecto puede tener errores, pero la deuda no va a ser pagada por quienes no deben”.
En su discurso donde criticó con dureza al ex presidente Mauricio Macri, Mayans preguntó: “¿De dónde quieren que se saque para pagar la deuda que nos dejaron, de los discapacitados, de los planes sociales o quieren que le saquemos plata a los jubilados? Acá traemos la idea de un fondo y que aporten quienes tienen bienes no declarados en el exterior”.
Esperemos que la Cámara de Diputados esté a la altura de las circunstancias y no avale el accionar de delincuentes que se llevan a otros países el dinero que gastamos los argentinos, y más aún, evadiendo los impuestos que deberían por ley pagar. Basta de una vez de excusas y muestren que están del lado de las mayorías en esto de hacer justicia. No alcanza con mostrar unos paquetes de droga o pedir bala para pobres que delinquen… Condenen de la misma manera a los ladrones de guante blanco que son los que generan más muerte, ya sea por hambre, salud o ser el combustible que alimenta la fábrica de delincuentes que tanto dicen querer combatir. Esa no solo es la base de una buena política de seguridad, sino que también lo es de una economía sana con mayor equidad y justicia social para todos los argentinos.