Los cancilleres de Rusia y Ucrania se reunieron ayer en Turquía, en la ciudad de Antalya. Turquía, a pesar de ser miembro de la OTAN, se había ofrecido a mediar entre ambos países, debido a sus buenas relaciones con ambos.
A pesar de que en los últimos días el presidente ucraniano había expresado que estaba dispuesto a alcanzar un compromiso sobre el estatus de los territorios separatistas del este de Ucrania y hasta a dejar un espacio para modificar su posición sobre el ingreso a la OTAN, la reunión fue un fracaso y significó la vuelta a las hostilidades. Sin acuerdo de alto el fuego y con nuevos ataques a las ciudades asediadas en Ucrania, la esperada reunión de este jueves entre los ministros de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y de Ucrania, Dmitro Kuleba, con la mediación de Turquía, resultó un fiasco.
A medida que las bajas civiles aumentan y el éxodo de ucranios que huyen de la guerra supera ya los dos millones de personas, el ministro de Exteriores de Ucrania ha acusado a su homólogo ruso de no estar dispuesto a una negociación real, sino tan solo a aceptar la rendición de Kiev. Mientras tanto, Lavrov ha abierto la puerta a una reunión entre Putin y el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, quién lleva largo tiempo reclamandola. “Espero que esto sea necesario en algún momento”, afirmó el ministro de Exteriores ruso. “Pero es necesario realizar un trabajo preparatorio para esto”, concluyó. Mientras se espera, la guerra sigue… las muertes también.