El jueves 25 de junio, allanaron cuatro domicilios vinculados con Darío Nieto, secretario privado del ex mandatario, quien oficiaba como Secretario Privado Administrativo de la Coordinación General de Asuntos Presidenciales. Se lo relaciona con la causa espionaje a través de otra secretaria: Martinengo, la secretaria que ahora Macri dice desconocer y hasta tiene fotos junto a él y su hija. Avanza así la investigación por presunto espionaje ilegal a través de sus más estrechos colaboradores. Algo que ya es repetitivo en la vida de la familia Macri.
La investigación sobre el escandaloso espionaje ilegal desarrollado desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el gobierno de Cambiemos, avanza a paso denodado en el tramo a cargo del Juez Federal de Lomas de Zamora, Federico Villena. La investigación ahora trabaja sobre el entorno del ex presidente Mauricio Macri, a través primero de las grabaciones y pruebas halladas a uno de los espías, Leandro Araque (ex policía de la Ciudad), que reportaba a la encargada de la oficina de Documentación Presidencial, Susana Martinengo, y por un audio que se le acredita a la funcionaria quedó bajo sospecha el secretario privado del ex mandatario (nominalmente era el secretario Privado Administrativo de la Coordinación General de Asuntos Presidenciales), Dario Nieto, a quien el Diario La Nación no dudó en definir en un artículo de 2016 como “la sombra del primer mandatario en actos protocolares y viajes”.
Bien, dicho esto, ahora Nieto aparece mencionado en un diálogo de uno de los espías investigados por el supuesto espionaje ilegal (Jorge Sáez, ex metropolitano y también ex agente penitenciario) con (se cree) la ex directora de Documentación Presidencial de la Casa Rosada, Susana Martinengo: “Si tenés un informe que no los comprometa a ustedes pásamelo, que yo se lo paso a Nieto, al secretario privado, como hice la vez anterior, ¿viste?”
El diálogo se habría producido en diciembre de 2017 y el informe solicitado por Martinengo estaba vinculado a los supuestos preparativos de distintas manifestaciones populares contra el proyecto de reforma previsional. Por todo esto, el Juez Villena no dudó no solo en allanar la casa de Nieto, sino también otros cuatro domicilios de colaboradores suyos, en busca de pruebas del espionaje.
En otro de los diálogos hallados a los espías, la conversación finaliza con una frase concluyente: “El uno sabe todo”. Por si alguién tiene dudas, en la mismísima conversación ese “uno” es identificado como “Mauricio”.
El movimiento de Villena al allanar a Nieto (y a sus colaboradores) generó una gran preocupación entre los integrantes de Cambiemos. Molestó sobremanera que Macri no le facilitara a Nieto a su abogado privado, Alejandro Pérez Chada. Acompañado del abogado Gervasio Fraga, Nieto presentó un escrito, en el que afirmó que “cualquier construcción de imputación que se pretenda fabricar sobre mi persona resultará por completo falsa de principio a fin”. Asimismo, el ex funcionario del PRO solicitó su eximición de prisión, algo que hasta el cierre de esta nota no había sido resuelto por el juez.
Otra de las pistas que figuran en el expediente que podría complicar directamente a Mauricio Macri tiene que ver con el supuesto espionaje desplegado por la AFI (a cargo del tandem Gustavo Arribas y Silvia Majdalani) sobre la hermana de Macri, Florencia, y su novio Salvatore Pica.
Varios de los ex agentes espías citados a declarar ante la Comisión Bicameral de Inteligencia del Congreso de la Nación confirmaron el espionaje a la hermana del ex mandatario y hasta uno de ellos, Facundo Melo, confesó que para saber por qué se habían realizado esas tareas de espionaje “habría que preguntárselo a quién fue el Presidente o a quien estuvo a cargo de esta situación”.
En la causa, no solo figuran familiares de Macri, opositores, sindicalistas y empresarios sindicados como kirchneristas (y con apetecibles empresas a las que no dudaron en desguazar y repartir entre amigos), sino que también hay dirigentes políticos de Cambiemos que habrían sido víctimas del espionaje ilegal durante la gestión de Macri. Entre estos últimos figuran Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, el diputado Waldo Wolff, y los ex diputados Emilio Monzó y Nicolás Massot, y María Eugenia Vidal, entre otros. Más allá que ninguno cuestionó públicamente al ex presidente Macri ni lo vinculó con las escuchas, después de que les facilitaran las pruebas del espionaje en su contra algunos de ellos comenzaron a convencerse de que las maniobras ilegales se desplegaron indefectiblemente desde el aparato del Estado. Y bueno, se ve que en la familia a Mauricio le cuesta despegarse de costumbres que ya vienen de su propio padre, a quien los que lo conocían, afirmaban que espiaba a todo el mundo, sean allegados, o personas que hacían negocios con él.
Por CARLOS CRUZ para Urbanave