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Aprender siendo reprimido: el modelo educativo que plantean ante la disidencia el tandeem Larreta-Acuña.

por CARLOS CRUZ

La peor ministra de educación de la historia de la Ciudad -comparable en el pensamiento con los tiempos de la última dictadura- aprieta el acelerador represivo y disciplinador. Para ello amenaza a quienes se opongan a las decisiones monárquicas del oficialismo porteño -en este caso los padres de alumnos que protesten con tomas de escuelas- con multas millonarias, denuncias penales y “actuación” policial. Un cocktail explosivo que busca una reacción que pueda sofocar con “mano dura” y así salir del lugar incómodo que desde adentro le propone el tándem Macri-Bullrich, y desde afuera el satélite del bolsonarismo brasileño, Javier Milei.

Terminó la fase de las intimidaciones mediáticas y ahora se pasó a la acción. El laboratorio -más allá de las peleas electorales- de Cambiemos para acallar la protesta social es el Reino de Jujuy, donde el King Gerardo Morales, comenzó su mandato armando una Corte Suprema a medida -fase I-  que le permitió luego encarcelar opositores mediante acusaciones cargadas de irregularidades -fase II-.

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En la Ciudad, Mauricio Macri hizo lo mismo y generó un Poder Judicial que se moviera al ritmo de sus caprichos (algo que luego heredó y conservó Larreta, mientras Macri replicaba el proceso en toda la Nación en su breve paso por la Rosada).

Siguiendo con Jujuy, hoy Morales busca blindar el disciplinamiento y la represión (si falla lo primero) mediante la creación de decretos, leyes y ordenanzas de muy dudosa legalidad. Pero como la Corte Suprema de Justicia de la Nación o avala con fallos o (si el asunto es muy turbio) duerme el expediente y deja que la injusticia siga vigente (pregúntele a Milagro Sala, quien espera definiciones de la Corte desde hace años), el asunto sigue tranquilo su cauce ilegal sin que nadie lo cuestione -fase III-.

El inició de la última fase en el Gobierno de la Ciudad, comenzó para asegurar el negocio inmobiliario especulativo de los grandes inversores cercanos al PRO (una de las coincidencias que no se tocan, a pesar de los conflictos electorales que enfrentan a Macri y Larreta), y, en asuntos educativos se fue asegurando desde la llegada de Soledad Acuña al Ministerio de Educación. Con un perfil falsamente meritocrático y garantista de las libertades que atañen a las clases más acomodadas (a las que en la ciudad ese pastiche que llamamos clase media sigue como vacas al matadero, no se sabe si por odio de clase, ilusión de futura pertenencia que nunca llega, adoctrinamiento mediático, absoluta ignorancia… o una mezcla de todo esto), mientras niega las más básicas a los menos favorecidos, a los que discrimina y reprime todas las veces que puede.

Llegada de un colegio privado de Bariloche, el Primo Capraro, cuya figura ante la sociedad era el Criminal Nazi  Erick Priebke(1) (descubierto en 1994 por un periodista norteamericano Sam Donaldson, extraditado en 1995 a Italia, donde fue condenado a cadena perpetua, falleciendo en su domicilio en 2013), su formación en esta tradicional escuela de las clases acomodadas barilochenses, incluía el festejo del cumpleaños de Hitler, como también el día de “su ascenso al poder”. Es difícil que Acuña no solo haya tenido “bajadas de línea”, ni que su familia tuviera otro pensamiento al enviarla a educarse allí. Si bien sería forrado afirmar que el colegio le traspasó todas sus ideas, tampoco se puede ser tan inocente para pensar que todo ese entorno no influyó para nada en su actual pensamiento, cargado de discriminación, autoritarismo y odio -que llega a la represión, amenazas de ruina económica o, si es necesario, cárcel para el que pretenda cuestionar el orden establecido por el discurso único que la derecha nos quiere imponer- hacia los que la desafíen a ella o al poder que representa.

Solo el apoyo monolítico de su partido (una de las pocas cosas en las que Macri, Larreta y Bullrich coinciden), acompañado por un blindaje mediático monumental, y a su constante búsqueda de destruir la educación pública llevándola a su mínima expresión para imponer un modelo “a la chilena” en el que prime el negocio privado (algo que también quiso hacer su antecesor, Esteban Bullrich, con menos éxito), permiten que Acuña todavía siga sentada en su sillón del ministerio. Porque esta autoritaria figura representativa del más rancio modelo educativo conservador en dónde el rol del Estado es tan solo ser “facilitador” de los negocios privados, se cansó de hacer burradas.

Así, reprimió a cualquier docente que cuestionara sus planes y métodos para llevarlos a cabo; discriminó e insultó reiteradamente a docentes, alumnos y hasta padres, puso su firma en negocios poco transparentes; en plena pandemia presionó a volver a clases solo por proselitismo aduciendo la “defensa” de la educación mientras año tras año no solo el presupuesto del ministerio baja, sino que lo hace aún más la porción que le corresponde al sistema público, a favor de las escuelas privadas. Ni hablar de la estafa criminal de la turbia licitación de los concesionarios de los comedores escolares (ver nota en Urbanave N°100 de septiembre), la que ya generó una víctima: una niña de un colegio privado de Barracas. La pequeña falleció al descompensarse ante un cuadro de desnutrición luego de cuatro años en los que su familia, los docentes y los profesionales del propio Ministerio que la asistían, solicitaron infructuosamente que mandase un suplemento dietario, que la cartera de Acuña nunca envió a pesar de la insistencia de la solicitud en el canal burocrático. Lo real es que en condiciones normales, Acuña hace rato que tendría que haber renunciado o sido despedida. Es más, muchos funcionarios nacionales por muchísimo menos, debieron dejar su cargo.

Acuña es una representante estrella del modelo subliminal del macrismo y con el que la mayor parte de la sociedad porteña se siente representada: el de arriba manda, el resto acompaña y los que poco o nada tienen… solo les queda obedecer. Ese es su lugar o, por lo menos, el lugar que a Acuña le enseñaron que “ellos” debían tener. De otra forma, sería inadmisible que hiciese todo lo que hizo. La exaltación del egoísmo, la falsa idea de una sociedad “moderna” que en realidad busca atomizarla (divide y reinarás), la brutalidad represiva para “imponer” el modelo a los que se ven despojados de todo (o casi), la denigración y deshumanización del que piensa distinto, el castigo económico… o la cárcel (si el cuestionamiento se vuelve amenazante).Si no, que alguien me explique como hace la peor ministra de educación de la historia de la ciudad puede seguir siéndolo después de los hechos que les detallo a continuación:

  • “La izquierda ha tomado una fuerza muy grande, donde el perfil de los estudiantes (para ser maestros) tiene un sesgo cada vez más claro. Eligen la carrera docente luego de haber fracasado en otras carreras. Y si mira por poder socioeconómico y capital cultural, la verdad es que son de los sectores cada vez más bajos”.
  • En la búsqueda de cuestionar las políticas de reinserción del Ministerio de Educación de la Nación de los chicos que dejaron la escuela por la pandemia, Acuña afirmó que “…ya es tarde”, y agregó un lamentable comentario viniendo de la boca de una ministra de educación: “esos chicos seguramente estarán perdidos en los pasillos de una villa o cayeron en actividades de narcotráfico”. De inmediato surgió el repudio general. El  docente Emmanuel Farina (de la exVilla 1-11-14) aseveró que “la ministra demuestra que desprecia la escuela pública y desconoce la labor del docente y del sistema educativo”. La respuesta de Jaime Perczyk no tardó en llegar: “Nunca es tarde para que todas las chicas y todos los chicos de la Argentina estén en la escuela porque es el lugar en el que tienen que estar”. Y concluyó: “Todas las chicas y todos los chicos son hijos nuestros, siempre hay un lugar para ellas y ellos en la Argentina que queremos”, y luego explicó que para ello existían programas como el ” Volvé a la escuela”, “Conectar Igualdad”, “Libros para Aprender”, “el FinEs” y la ampliación de las “becas Progresar” a las chicas y chicos de 16 y 17 años.

 

Lo que fue y lo que viene.

 

Luego de las tomas de colegios hace un mes…

Multa de 50 millones de pesos y denuncia a 336 familias

Luego de una primera oleada de acciones intimidatorias, la ministra de Educación porteña lanzada a la campaña electoral impulsó otra tanda de denuncias penales y civiles. Duro repudio de centros de estudiantes y gremios docentes.

50 millones de pesos. Eso es lo que le exige la ministra de Educación y precandidata a jefa de Gobierno, Soledad Acuña, que paguen los padres y madres cuyos hijos e hijas participaron de tomas de colegios. Luego de una primera oleada de acciones intimidatorias, que incluyeron a la Policía de la Ciudad yendo a notificar a las familias por la noche, la ministra redobló su cruzada contra las tomas de colegios con otra tanda de denuncias penales y civiles: en este caso, fueron 366 los padres y madres que el gobierno denunció, según informó el Gobierno porteño. La decisión fue cuestionada por los centros de estudiantes y por los gremios docentes.

Ni los días que se pierden por la existencia de ratas en escuelas, ni los que se van acumulando por la falta de docentes suplentes parecen generar la misma energía que las tomas. Casi como en un anuncio de campaña, Acuña salió a informar la cantidad de familias denunciadas penalmente y la cuenta que hacen de cuánto le deben al Estado por haber tomaron los colegios. “Cuando comenzaron las tomas en las escuelas, la Ciudad decidió denunciar penalmente a los adultos responsables de los estudiantes que hubieran participado de las mismas, en tal sentido la Procuración General de la Ciudad ya realizó 25 denuncias penales a 366 adultos responsables“, indicó el ministerio que conduce Acuña, que omite mencionar la tipificación que eligieron: no existe un delito de tomas de colegios, por eso debieron adaptar otras figuras de forma creativa para iniciar acciones penales contra las familias.

“Además, el Ministerio de Educación porteño envió a la Procuración General de la Ciudad de Buenos Aires un informe técnico que cuantifica el valor correspondiente al pago diario de salarios de personal de las escuelas tomadas, para transferirles a los adultos responsables el costo laboral que implicó tener cerradas las escuelas. En este sentido, ya están en curso 21 denuncias por daños y perjuicios por los días de clase perdidos, por un monto que asciende a 50.538.442,85 pesos”, detallaron desde el ministerio, donde hicieron caso omiso a que en muchas de las tomas los y las docentes apoyaron y hasta se dictaron clases. No se pudo hacer, por ejemplo, en el Mariano Acosta porque el ministerio implementó un lockout a los otros niveles (primaria, inicial) y hasta mandó una persona a dañar el panel eléctrico para que no hubiera luz.

El cálculo de costos ya había sido problemático en un primer momento cuando, tomando los números que difundía el Gobierno porteño, el legislador Juan Valdes advirtió que era más lo que pedían por día que lo que gastan diariamente en infraestructura escolar.

Luego, avanzaron con otro anuncio: que iban a tener que recuperar los días de clase perdidos en diciembre.

“Nuestra obligación como adultos es enseñarles a los chicos a dialogar y a participar, pero entendiendo siempre que hay otros derechos que deben respetarse y que todas esas diferencias deben poder convivir en una misma sociedad”, aseguró Acuña, mientras repartía denuncias penales. “Vamos a seguir dialogando con los estudiantes como lo hicimos durante todos estos años de gestión”, afirmó, en abierta contradicción con lo que denuncian los y las estudiantes: que no los recibe ni los escucha.

“Vamos a seguir siendo firmes respecto a los límites que supone la convivencia democrática; los espacios de diálogo están abiertos, pero siempre que las escuelas estén abiertas”, indicó Acuña, quien sigue en campaña para ser la reemplazante de Larreta. La práctica de usar la educación como tema de campaña ya viene de largo (por lo menos, de 2020) y Acuña no pierde oportunidad para endurecer su perfil en busca de los votantes del núcleo duro del PRO, en una difícil contienda que tiene con otros postulantes, entre ellos, Jorge Macri y Martín Lousteau. 

Nunca entró en los planes de la ministra, hasta ahora, comenzar a debatir los problemas que plantearon en las tomas: las irregularidades en las Actividades de Aproximación al mundo laboral (ACAP), la calidad y cantidad de viandas

Repudios

Desde los gremios docentes la respuesta no se hizo esperar. “Desde ya que lo rechazamos y los repudiamos y nuestros abogados están a disposición para defender a las familias de las escuelas públicas porteñas. Así también lo expresaron los organismos de derechos humanos en la conferencia de prensa con H.I.J.O.S. , Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Ahí se denunció, entre otros casos, cuando fueron a buscar una noche a una abuela para notificarla de estas imputaciones. La abuela, Elsa Lombardo, es una ex presa política y docente y es tutora de una alumna en una escuela con reclamos estudiantiles”, indicó Eduardo López, secretario general adjunto de UTE-CTERA.

Es un intento más del gobierno de dividir a la comunidad educativa entre padres, docentes y estudiantes que por supuesto va a volver a fracasar. La comunidad educativa está unida y así lo manifestó en la marcha de diez mil personas que hicimos junto a estudiantes, docentes y familias”, indicó López. “Ahora estamos organizando una nueva marcha unificada ante el intento de bajar el presupuesto educativo en la Ciudad y la intentamos coordinar con sectores de la salud cuyo presupuesto también está bajando el gobierno de Larreta”, indicó el dirigente gremial.

“El mismo gobierno de la ciudad que encubrió a quienes tiraron piedras al despacho de Cristina, quemaban barbijos, exhibieron bolsas mortuorias, guillotinas, y horcas es el gobierno que persigue a estudiantes, familias y docentes por reclamar por mejoras educativas”, advirtió.

Desde los centros de estudiantes, se estaban anoticiando de las denuncias, que aparentemente fueron primero informadas a los medios antes que a los imputados. “Me parece el problema propio de poner al frente de la educación a alguien que no sabe qué es una escuela”, indicó Guillermo, de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas (conocido como Lengüitas).

 

(1) Recomiendo para conocer quien era Priebke, su lugar en la comunidad alemana en Bariloche, y su posiciòn en el el documental la mejor semblanza sobre la llegada y estadía de Priebke allí y su posición al frente del Colegio Primo Capraro, puede verse en el documental de Carlos Echeverría: “Pacto de silencio” (2006).

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