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Si me mandan al banco voy contento…

POR Carlos Cruz

En una nueva muestra de desprecio por la educación pública y la comunidad docente que la hace funcionar día tras día a pesar del maltrato constante y la discriminación a la que se ven sometidos, el ejecutivo porteño con Soledad Acuña como abanderada, se propone dar cursos a los alumnos prescindiendo de sus profesores para ser educados por empleados de bancos y financieras.

Parece que Horacio Rodríguez Larreta y su ministra estrella, Soledad Acuña, no se cansan en su impetuoso pisoteo de la educación en general y de la pública en particular.

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Al innombrable proyecto de “prestar” alumnos a las empresas que se anotan en una lista que da miedo y despierta, por sus antecedentes, fundadas sospechas, le agrega ahora un plus que lo pinta de cuerpo entero a él, a su ministra y a todo su gabinete en general: la sorpresiva implementación de cursos de “educación financiera” para las escuelas secundarias. Lo más ominoso del asunto es que para este nuevo metier no solicitará la presencia de docentes, sino que los nuevos cursos se brindarán bajo el mando de… miembros de empresas privadas ligadas al sistema financiero.

Una vez convocados los bancos u otras entidades financieras y del sector “fintech”, estos generaran (con el supuesto “control” y “asesoramiento” del Ministerio de Educación a cargo de Acuña) los programas y métodos de enseñanza que, como es lógico pensar, serán funcionales al uso de los dispositivos más comunes de administración de fondos, incluyendo obviamente los formatos que permitirán que los alumnos aprendan acerca de los instrumentos necesarios para llevar a cabo actividades de índole especulativa, como son las criptomonedas y el “consumo responsable”. Todo es-te embrollo crea obvias transformaciones significativas en lo que se refiera a la construcción de los programas de estudio, por tratar-se de conocimientos y contenidos totalmente apartados de las disciplinas establecidas en la escuela. Pero fuera de ello, la cuestión más retrógrada y que hace más ruido es que estos supuestos “saberes” serán brindados directamente por personal de empresas privadas, y no como siempre fue en la escuela, por docentes del sistema público institucional. Pasado al castellano, se trata de sacar a los docentes y meter a las empresas a tallar en la educación de nuestros jóvenes. ¿Pedagogía? Te la debo.

Hay que decir que esto no es un fenómeno atribuible al genio de Larreta: la realidad es que forma parte de un proceso de mayor envergadura asociado a la privatización de la educación para colocarla al servicio de las corporaciones empresarias, proveniente fronteras afuera, de los centros de poder internacionales. Y como buen alumno, Larreta nos lo regala en la ciudad.

Esta tozudez en el debilitamiento permanente de la escuela pública les entrega una cucarda a Larreta y su ministra en el tablero del neoliberalismo nacional e internacional. Porque no es una medida solitaria la que llevan a cabo. Es un plan sistemático dentro de su ideario contra la escuela pública que llevan adelante mediante sucesivas y permanentes reformas encuadradas dentro Futuro”. Con su creación en 2018 y luego de la aceptación de una supuesta crisis del nivel medio de la que nunca, a pesar de todos los antecedentes, se hicieron cargo, afirmaron querer dar respuesta a lo que llamaron “los requerimientos del capitalismo del siglo XXI”, que significaba (y significa) con su mentalidad conservadora y neocapitalista, la adaptación de la escuela a las nuevas necesidades (en realidad es más apropiado hablar de imposiciones) surgidas en los procesos de acumulación de la renta empresaria, sin ningún horizonte crítico por delante. No alcanza ya con estrategias de privatización, sino que lo que prioritariamente se busca es la aceptación y sumisión a la actividad especulativa, matriz ideológica del pensamiento de acumulación financiera que encarna el macrismo y que tan bien asumió como propio Larreta. Es el moño de esa filosofía que ya expresaron donde da lo mismo fabricar autos que caramelos, acero que cerveza artesanal, cajas de zapatos que los zapatos.
Y esta propuesta educativa que se cimenta en obras como “Libertad de Elegir”, de Milton y Rose Fridman, verdaderos héroes del neoliberalismo internacional, y dio sus primeros pasos en las es-cuelas del Chile de Pinochet.

¿El resultado de aquella aventura? Fracaso tras fracaso, según la opinión (y la experiencia) tanto de los educadores como de los propios estudiantes. Pero como la cuestión primordial pasa por establecer nuevas áreas de negocio y la gente de Juntos no sabe de marchas atrás a pesar de tener el fracaso asegurado (y si no miren la deuda con el FMI), el proyecto sigue adelante, más allá del descontento de directivos, docentes, alumnos y padres. Total, siempre hay tiempo para reprimir si es necesario, y los docentes ya lo saben.

BANCOS, FINANCIERAS Y LAS CÁMARAS QUE LOS REPRESENTAN SE REUNIERON CON ACUÑA Y SUS FUNCIONARIOS PARATRAZAR LOS LINEAMIENTOS DEL NEFASTO PROYECTO. LA PEDAGOGÍA… TE LA DEBO.

Por eso mismo se los excluye de cualquier decisión a tomar, como se hace con sus representantes gremiales. Ya realizado (y aún vigente y sin que se observe un fin) el desfinanciamiento educativo y manteniendo una imagen de progreso en el área dentro del grueso de sus votantes (a pesar de que la mayoría concurre a establecimientos privados) con la inestimable ayuda de los medios de comunicación que en su mayoría le responden sin fisuras, se manejan como en todas las decisiones que involucren innovaciones cuestionables, impuestas de manera autoritaria y de neto corte privatizador. A esto se suma el deterioro de la infraestructura y el equipamiento de las escuelas, la precarización laboral y la falta de nombramientos necesarios para un correcto funcionamiento escolar. Y todo acompañado de desprotección laboral, negación de derechos adquiridos, imposición en los peores términos de proyectos lesivos para la comunidad educativa… un combo que solo puede lograr el fin de la escuela pública tal como soñaron nuestros ancestros; la que nos enorgullece en el mundo y es única en el continente; la laica, gratuita y obligatoria. Todo en pos de un nuevo orden social construido desde la desigualdad y con un orden educativo a todas luces inaceptable. Es menester entonces resistir este despojo e imponerle a la derecha un proyecto de educación pública a la altura de nuestra historia y de los desafíos de un proyecto pedagógico democrático y emancipador.

Porque a diferencia de lo que nos quieren hacer creer, los sistemas educativos construidos en el siglo XIX han sido el producto final de las luchas y acuerdos de intereses cruzados, algo que jamás debiéramos olvidar. Nadie regaló nada, hubo que reclamar con firmeza para conseguirlo.

Ahora, nos tratan de vender este cuento de la educación financiera como una capacitación útil para los estudiantes, brindada por privados debido a la ignorancia en el tema de los docentes. Me recuerda una oferta de queso crema de una primera marca que vi la semana pasada en el supermercado. Me brindaba la posibilidad de darme un pote de 380 grs. en vez del viejo pote de 360 grs. Y me decían que me regalaban 20 gramos… ¡Cuánta generosidad! Lo que la empresa ocultaba que el viejo pote estaba en la lista de precios cuidados, mientras que el agregado de la cucharadita les permitía salir de ese esquema y cobrarme el producto más caro. A esa matufia empresaria ahora le dicen marketing. y por arte de Magia, ahora el tandem Larreta-Acuña hace que quizás los tipos que idearon este curro le den clase de “estrategias de negocio” a mis hijos…

Porque me parece inaceptable que el gobierno tecnocrático y con-servador de Larreta no haya convocado para debatir y, en caso de acordar, planificar esta innovación pedagógica a los gremios docentes… más allá que la ministra Acuña desprecie a los y las docentes, de los que dijo que eran fracasados provenientes de clases bajas, lo que no les permite tener capital cultural para ofrecer a sus alumnos. Ya Paulo Freire planteaba el paradigma de la “Educación Bancaria” (conformando una gran metáfora para criticar al modelo educativo opresor y capitalista) en contraposición de otro paradigma: el de la “Educación Liberadora” (otra maravillosa metáfora para nombrar la utopía de un modelo educativo netamente latinoamericano para la liberación de los oprimidos).
No se trata de generar un proyecto de educación alejado de los desafíos que nos plantea el siglo que vivimos. Pero la cuestión es que esos desafíos no se enfrenten con una ética educativa que pone por encima a la sociedad del individuo, y al individuo de la empresa. Lo que no se puede permitir, es que los neocapitalistas de Larreta nos quieran imponer un enroque de estos valores.
Porque educar a los jóvenes en una lógica de producción de bienes y servicios que busquen saldar las necesidades sociales y culturales no da igual que construir un individuo que base el objetivo primordial de su existencia en el lucro per se, alejado de cualquier forma de proyecto colectivo. La cuestión pasa entonces por formar individuos gestores de una nueva democracia, basada en una mayor participación social en la toma de decisiones, en la búsqueda permanente de una ciudadanía plena. Y para ello el eje debe estar puesto en la elección de los valores morales y culturales necesarios para llevar adelante la tarea, para lo que se precisa del debate en la sociedad en general y la comunidad educativa en particular, siempre con un oído en las decisiones de las mayorías.

El desprecio y el destrato demostrado por Soledad Acuña hacia la comunidad docente y sus represen-tantes es ya un clásico que se repite invariable e inevitablemente. Algo que no habla muy bien de una ministra que nos presenta sus ideas sobre la educación manteniéndose a ella misma fuera de esta, como una outsider del ámbito que supuestamente debe conducir.

La educación del futuro, aunque impostergable en su transformación respecto de la actual, debe dejar de lado el paradigma neoliberal de la optimización de la rentabilidad, ya que esta deshumaniza y nos lleva a la destrucción social y del ecosistema en que vivimos. Por el contrario, una educación renovada y realmente basada en la idea democrática, que sea respetuosa de nuestra historia, cultura y costumbres, es completamente transformadora a la vez que nos asegura las bases correctas en las que construir la educación del porvenir. Y a sabiendas que esto (o si desgraciadamente se elige lo otro), en cualquier caso, no será posible de hacer sin los y las docentes de todos los niveles y la participación “real” de toda la comunidad educativa. Menos posible aún será si se trata de hacer en su contra por prejuicios clasistas, como los que nos suele tener acostumbrados la ministra de educación porteña, generados por el mandato que recibió de las elites que conforman su fuerza política.

CTERA
LA EDUCACIÓN FINANCIERA… Y LA ESPECULACIÓN PEDAGÓGICA
SECRETARIA DE EDUCACIÓN

Una vez más, la fracción de la derecha que hace muchos años gobierna en la CABA, anuncia cambios en el campo educativo que no hacen más que reforzar la idea de las tendencias privatizadoras, la abdicación pedagógica a los valores del mercado y el avance del sector empresarial sobre las escuelas públicas.

Al proyecto de las pasantías precarizantes, ahora se le suma la idea de enseñar finanzas en las escuelas secundarias. Lo hacen siguiendo el modus operandi propio de este sector político que apela al “anuncio mediático” para simular una constante dedicación/preocupación por un tema, en este caso: la educación. Apariciones intempestivas que cuentan con las complicidades comunicacionales ya conocidas, para presentar como “novedoso” y “creativo” algo que en realidad es más de lo mismo en el camino que esta fuerza política viene recorriendo incansablemente para lograr la mercantilización total del sistema educativo.

El “Plan maestro” o la “Secundaria del futuro” son los antecedentes de estas ideas fragmentarias que terminan cayendo por las diversas críticas que cosechan en el corto camino de la improvisación y/o por el propio peso de sus profundas inconsistencias.
Lo que no es novedoso es el proyecto de “financiarización de la vida” que impulsa el neoliberalismo, y que ha encontrado el modo de avance en esta línea a través de los proyectos políticos como el macrismo, el bolsonarismo o el trumpismo, por citar algunos recientes y lamentables ejemplos.

Recordemos que una de las primeras medidas de Macri en el Gobierno nacional fue degradar el Ministerio de Economía al de Finanzas; es decir, priorizar sólo un aspecto de la gran complejidad que significa el campo económico, y reducirlo a las cuestiones especulativas del capital financiero y la maximización de las ganancias de los dueños de los medios de producción.

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