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Al final… Pinocho era un aprendiz

Por CARLOS CRUZ

Luego de estallar el escándalo de la Gestapo macrista cuando se ventiló un video de una reunión de funcionarios del gobierno provincial de María Eugenia Vidal en la que estaba su ministro de trabajo, Marcelo Villegas; el intendente de La Plata, Julio Garró; y el senador provincial Juan Pablo Allan.

También estaban sentados en la mesa Adrián Grassi, ex subsecretario de Justicia de la provincia; Roberto Gigante, ex ministro de Infraestructura. Del ámbito empresario estaban Marcelo Jaworski, director general de Copetro (empresa que fabrica productos derivados de Petróleo y Carbón) y vicepresidente segundo de la Unión Industrial del Gran La Plata; Guillermo Moretto, Presidente del Colegio de Arquitectos de La Plata; Jorge Oscar del Río, actual vicepresidente primero de la Asociación Pymes de la Construcción Provincia de Buenos Aires (APYMECO); Fabián Cusini, constructor, organizador inmobiliario y presidente de Agrineco; y Fernando Sacrachi, Director de ACIP.

Todos convocados y dirigidos por tres oscuros personajes de la AFI macrista: Juan Sebastián De Stéfano (ex director de Asuntos Jurídicos y “premiado” por Larreta designándolo en el directorio de SBASE -subtes de la ciudad-), Dario Biorci (cuñado y jefe de gabinete de Silvia Majdalani, ex subdirectora de la AFI) y Diego Dalmau Pereyra (director Operacional de Contrainteligencia).

La reunión estaba concebida para organizar causas falsas contra sindicalistas y empresas y empleados estatales, a través de la coordinación de elementos judiciales, espías, funcionarios provinciales y nacionales, medios periodísticos y empresarios interesados. En concreto se hablo de los sindicalistas Juan Pablo “Pata” Medina, Pablo Moyano y Roberto Baradel, y coincide con la persecución de trabajadores y dirigentes de Tandanor, en pos de entregar el astillero a manos privadas. La reunión se inmortalizó cuando Marcelo Villegas expresó su deseo de tener una “Gestapo” para perseguir sindicalistas…

María Eugenia Vidal y su Ministro de Trabajo, luego de diez días de silencio, abonaron una serie de explicaciones que movieron a risa, a saber:

Marcelo Villegas argumentó que las imágenes “pueden estar adulteradas”… y siguió: “Lamento que aun en plena democracia se utilicen este tipo de prácticas ilegales y escuchas”. No se percató que esto pasó en “su” gobierno.

Vidal, se defendió de las acusaciones con argumentos que sonaron a excusas. Primero afirmó que fue “una reunión institucional” y luego que “una reunión de trabajo grabada ilegalmente no sirve como prueba”.

Sin embargo, los ingresos de quienes participaron de la reunión no fueron registrados en el edificio del Bapro, algo que hubiera ocurrido si se trataba de una reunión de carácter institucional, como aseguró la ex gobernadora.
María Eugenia Vidal también dijo que “No tengo nada que ocultar (…) Estoy a disposición de la justicia para que investiguen el entrecruzamiento pedido por la fiscal”. Peeeeero….

“Tengo clara (…) la incompetencia del Juzgado en este tema”, en una búsqueda ya común en el macrismo para que sus causas transcurran en Comodoro Py. No pudo justificar la presencia de espías en esa supuesta “reunión de trabajo”. Para goce de los tuiteros y sus memes, dijo que no habló antes porque “tenía angina”…

Y si… te siguen tomando de boludo, ya es costumbre.

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